Este sábado fui a comprar un condensador. El condensador era para una fuente de alimentación de una pantalla TFT que se había inflado. Resulta que cuando compré el condensador le pregunté a la dependienta que si dejaba el estropeado para que lo reciclaran (la tienda está especializada en componentes electrónicos), para mi sorpresa fue que no tenían basura para reciclar tales componentes.
Como ya dije en una entrada anterior, hay que tener cuidado con este tema. Un condensador, dependiendo de qué tipo sea, contiene materiales tóxicos, peligrosos para el ser humano y su entorno.
En las ciudades deberían existir contenedores para aparatos eléctricos, electrónicos y componentes. Esta solución, a parte de no contaminar, serían puestos de trabajo, que no serían pocos. Cualquiera que estudiara un ciclo de electricidad y/o electrónica podría desempeñar ese trabajo o incluso personas sin él. El trabajo sería abrir los aparatos y extraer todo lo aprovechable: condensadores, resistencias... y posteriormente se podrían vender.
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